La NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color) del estado de Nueva York pone en tela de juicio la diversidad en los sindicatos del sector de la construcción de la ciudad, argumentando que el Consejo de los Sectores de la Construcción está engañando a los neoyorquinos en relación a la cantidad de miembros minoritarios contemplados en sus registros.
“No deberían engañar a los neoyorquinos diciendo que el sector de la construcción sindicada goza de una integración racial mayor de la que en realidad posee. Tales alegatos perjudican en gran medida a los esfuerzos reales por implantar los derechos civiles en nuestra ciudad y nuestro estado”, le escribió la presidenta de la NAACP del Estado de Nueva York, Hazel Dukes, al presidente del Consejo de los Sectores de la Construcción, Gary LaBarbera, el pasado miércoles.
En el marco de una discusión sobre la exigencia de salarios a nivel sindical en varios proyectos de viviendas accesibles, el Consejo de los Sectores de la Construcción lanzó un anuncio publicitario de una página entera en el Daily News este mes para promocionar sus esfuerzos de diversificación.
Pero la NAACP dijo que esos números palidecen en comparación con los 100.000 trabajadores representados por el Consejo, y exhortó al grupo a que divulgue todos los datos sobre la cantidad de miembros de minorías étnicas empleados en cada uno de los sectores sindicales de la construcción.
“Si los sectores de la construcción están realmente “liderando el camino hacia la expansión de la diversidad”, entonces deberían brindar los datos reales que lo prueben”, escribió Dukes.
“Si la Srta. Dukes hubiera dirigido sus inquietudes directamente a nosotros antes de acudir a la prensa, le hubiéramos explicado que a través de nuestros programas de aprendices, los sectores de la construcción de la Ciudad de Nueva York han incorporado a miles de trabajadores afroamericanos y latinos”, replicó LaBarbera, quién alegó no haber recibido aún la carta.
“Años atrás, hemos reconocido que el sector de la construcción, como muchos otros, ha sufrido un problema de diversidad durante largo tiempo. Pero en lugar de una discusión honesta acerca de nuestros esfuerzos de expansión de la diversidad, la Srta. Dukes optó por menoscabar a los aprendices que algún día dirigirán nuestro sector”.
El altercado se generó en torno al debate sobre si los desarrolladores que están exentos del impuesto estatal conocido como 412-a deberían pagar salarios prevalecientes.
Los sindicatos dicen que es esencial asegurarse que los proyectos de construcción ofrezcan buenos trabajos.
Pero los desarrolladores de viviendas accesibles se han resistido a este mandato, alegando que esto elevaría los costos de las viviendas accesibles y argumentando, asimismo, que las minorías tienen menos posibilidades de acceder a trabajos sindicados.
Un acuerdo para prolongar la exención impositiva 421-a requeriría que el Consejo de los Sectores de la Construcción y la Junta de Bienes Raíces de Nueva York forjen un compromiso a principios del año próximo. Sin embargo, si no se llegara a un acuerdo, la exención podría suspenderse.
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